Canales anómalos de información


La Física contemporánea a través de la Mecánica Cuántica ofrece una descripción de la realidad física muy diferente a la que estamos acostumbrados a percibir en la vida cotidiana a nivel macroscópico (de la calle).

Según la Mecánica Cuántica, los conceptos de dualidad onda-partícula, la indeterminación entre la energía y el tiempo y el carácter no-local de la realidad que consiste en que los objetos físicos pueden interactuar e intercambiar información instantáneamente aunque estén separados a distancias prácticamente infinitas, son parte esencial de la naturaleza del mundo físico.

Otra teoría importante es la del Principio Holográfico es una idea inicialmente desarrollada por varios destacados físicos como David Bohm y Leonard Susskind, precursor de la Teoría de las Supercuerdas, la cual en esencia plantea, que el universo se comporta como un gran holograma o campo holográfico en el espacio-tiempo (de cuatro dimensiones o más si se considera la Teoría de las Supercuerdas) donde en cada punto existe información sobre todos los eventos que ocurren en cualquier lugar y en cualquier momento, lo cual es una característica intrínseca de los hologramas en la Física donde "el todo se manifiesta en cada una de las partes", curiosamente este principio científico resulta muy similar al concepto de los Records Akashic (Grabaciones Akasicas) que según la tradición hindú contienen toda la información pasada, presente y futura. El principio holográfico aplicado a la neurofisiología (estudios neuronales) considera que el cerebro es precisamente la conexión biológica con este campo holográfico, lo cual permite explicar y resolver muchas de las paradojas planteadas anteriormente. Debemos señalar aquí que el Principio Holográfico y la Holografía como técnica fotográfica, son cosas diferentes, aunque relacionadas.

INVESTIGACIONES:
Todo comienza cuando se observa que hay posibles interacciones anómalas entre los humanos y las máquinas y es cuando se encarga el estudio científico de estas anomalías a la Universidad de Princeton y se crea el Laboratorio de las Anomalías de la Ingeniería de Princeton formado por un equipo interdisciplinario de ingenieros, físicos, psicólogos, y humanistas con una agenda de experimentos y de modelos teóricos que permitiesen una mejor comprensión de los principios establecidos en la realidad física.

En estos estudios, las personas elegidas, fuerzan a una gran variedad de dispositivos mecánicos, electrónicos, ópticos, acústicos, y fluidos, para que se comporten de una determinada forma, sin que medie ningún tipo de influencia física conocida.

En un primer lugar, en las mediciones sin influencia, todas estas máquinas sofisticadas producen determinados datos al azar, pero cambiando estas condiciones, es decir, forzándolas, se producen cambios en los resultados que se pueden atribuir solamente a la influencia de los hombres/mujeres; es decir se comprueba que cuando los operadores humanos actúan, los datos cambian de una forma importante.

En estos experimentos se observa que las desviaciones son mayores cuando las dos personas que forman parte del mismo y con objetivos comunes para inducir anomalías en los experimentos y comparten una unión emocional. Los datos también indican disparidades significativas entre hombres y mujeres y entre personas y colectivos. Muy importante es saber que estas mismas anomalías se pueden demostrar con las personas situadas a miles de kilómetros de distancia del laboratorio, aunque realicen sus esfuerzos para producir anomalías, muchas horas antes o después de cuando, realmente, se están haciendo las mediciones en el laboratorio.

Los dispositivos al azar también responden a las actividades de grupo con un número importante de personas, incluso cuando son ajenos a la presencia de la máquina. Los lugares que parecen ser particularmente propicios para que se produzcan las anomalías del campo incluyen grupos íntimos pequeños, rituales de grupo, sitios sagrados, actos musicales, de teatro, y otros acontecimientos carismáticos. Sin embargo como dato curioso, los datos generados durante la mayoría de las conferencias académicas, las reuniones de negocios, o cualquier otra demostración de actividad mundana producen menos desviaciones de lo esperado.

Otros experimentos hacen referencia a la visión lejana, es decir adquirir información de un lugar geográfico alejado e inaccesible por cualquiera de los canales sensoriales usuales (vista, oído, tacto, gusto etc.). En estos experimentos se busca una localización aleatoria y una persona registra mentalmente las impresiones de ese lugar y un segundo participante situado lejos de la escena sin ningún tipo de información, trata de detectar la composición de la localización y las características de la zona, pero con la forma similar a la descripción emitida por la primera persona.

Este tipo de experimentos revela correspondencias llamativas en aspectos generales y específicos, que indican la creación de un canal anómalo para la adquisición de la información, demostrándose que esta capacidad del sentido humano es independiente de la distancia entre el emisor y el receptor e independiente igualmente, del tiempo que haya pasado, entre que la primera persona realizó su remisión, hasta el momento de la recepción de la segunda persona.

Como dato a tener en cuenta, es que, mientras se esperaba un acierto del 5%, las pruebas estadísticas de los aciertos fueron de entre el 25 y el 50% y que visto el éxito de los resultados totales, se observa que es atribuible a un funcionamiento excepcional de algunos participantes.

Después de 30 años de experimentación intensa no existe duda de que los fenómenos físicos anómalos que aparecen en los estudios tiene una relación perceptible con la intención, el significado, la resonancia, y la incertidumbre.