Podemos pensar en los grandes acontecimientos del futuro, pero su traslado a la vida diaria y a nuestros seres queridos agrava todavía más la situación, un ejemplo puede ser la llegada de un bebe, su lloro por falta de alimentos por nuestra carencia de no querer ver la realidad. Otro ejemplo es la falta de medicamentos por no pensar y actuar hoy sobre el futuro de nuestros padres, hermanos, hijos etc. con enfermedades crónicas y así un largo etc.
Afrontar todo esto resulta muy difícil, pero infinitamente peor es ver sufrir a los seres queridos, por nuestra falta de previsión y esconder la cabeza.
Si no sucede nada lo peor que nos puede pasar es que tengamos que reconocer que nos hemos equivocado y nuestro orgullo quede un poco tocado, pero a la vista de los hechos y la noticias, es mucho pero ver sufrir y morir a nuestros seres queridos por nuestro posible orgullo futuro
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