Baños con polvos: loa baños con polvos se puede realizar de dos formas:
1. En el agua de la bañera se echan directamente los polvos.
2. Se hace una infusión con los polvos y incorpora al agua de la bañera.
EJEMPLOS DE BAÑOS
- Baño de purificación: añadir al agua de la bañera esencia, aceite o polvo de benjuí, olíbano, espliego (lavanda) o limón.
- Baño para conciliar el sueño: añadir al agua de la bañera esencia, aceite o polvo de azahar, espliego (lavanda) o melisa.
- Baño energético y estimulante: añadir al agua de la bañera esencia, aceite o polvo de gálbano o tomillo.
- Baño contra el mal de ojo y la brujería: añadir al agua de la bañera esencia, aceite o polvo de benjuí, mirra o ruda.
- Baño para limpiar el ambiente de energías negativas: añadir al agua de la bañera esencia, aceite o polvo de cedro, olíbano, mirra o romero
BAÑOS COMBINADOS CON OTROS RITUALES O ELEMENTOS MÁGICOS
Como ya dijimos al hablar de los "Rituales y elementos para la magia esotérica" los métodos (rituales) y los diferentes elementos que utilizamos para nuestras prácticas mágicas se pueden combinar con el fin de potenciar los fines o para crear un ambiente agradable de paz y relajación. El baño es un ritual muy apropiado para combinar con otro tipo de rituales y con diversos elementos. Por ejemplo, imaginemos que necesitamos tomar un baño afrodisíaco con el deseo de aumentar nuestro apetito sexual y, además, queremos potenciar al máximo sus efectos y ¿por qué no? crear un ambiente placentero mientras dura el acto mágico. Podríamos elegir la siguiente combinación:
Baño: añadir al agua del baño unas gotas de esencia de vainilla, canela o jazmín.
Sahumerio: quemar plantas como el azahar, canela, jazmín, naranja, vainilla o un inciensos de gálbano.
Velas: encender una o varias velas rojas (podemos untarlas con un aceite de vainilla, canela o jazmín).
Esta combinación que utiliza rituales (baño, sahumerio) y elementos (esencias, plantas, inciensos, aceites y velas) es sólo un ejemplo. Dependiendo de nuestras necesidades y con un conocimiento adecuado de la propiedades de las plantas, aceites, esencias, inciensos, etc. se pueden hacer infinidad de mezclas que responden a todos y cada uno de nuestros deseos.
Como en todos los rituales, los baños requieren una serie de requisitos que aunque no constituyen una imposición sí suponen una garantía para que todo nos salga bien. Nos referimos simplemente a la elección del momento para tomarlo. Debería ser a una hora del día en la que no existiese bullicio en la casa de manera que el ambiente fuese lo más tranquilo posible. Como siempre es muy importante estar convencidos de lo que estamos haciendo, adoptar una actitud positiva, concentrarnos en nuestro deseo y visualizar que se ha cumplido. Con la mente abierta nuestra energía fluirá hacia el objetivo elegido para que el ritual se consume con éxito.
El líquido nos resulta familiar desde mucho antes de nacer. Tal vez por ese motivo exista en el ser humano esa atracción a sumergirnos en el agua hasta el punto de convertirse en una actividad que surge en muchos de nuestros sueños. Cuando nos zambullimos en el agua de la bañera, del mar, del río, del lago, de la piscina, nuestro cuerpo adquiere otra dimensión, deja de ser pesado para convertirse en etéreo, flotamos o buceamos sin apreciar ataduras, sentimos la libertad. A nuestro alrededor el ambiente cambia radicalmente y se produce un silencio total. Podemos percibir sensaciones diferentes que nos son negadas cuando soportamos el peso de la gravedad. El agua es uno de los cuatro elementos que existen en la naturaleza y el primero que envuelve a nuestro ser. Es fuente de vida, medio de purificación y centro de regeneración. Dejemos que nos empape, que nos envuelva, que nos ayude a conseguir nuestros deseos. Volvamos a ella para gozar de su lozanía, de su frescura, de su magia.