Es una forma de ver la vida, en este caso de abordar la sexualidad en todo su esplendor con toda su fuerza desde la calma, la espiritualidad y al mismo tiempo actuando con total libertad... es una forma de amar.
El amor, el sentirse amado/a y el amar en sí sigue siendo una de las mayores preocupaciones del ser humano, todos queremos sentirnos plenos, llegar al máximo, pero ahora más que nunca no se tiene tiempo y todo pretendemos hacerlo rápido, a toda prisa, con urgencia; también a la hora de la sexualidad. El Tranta plantea, sobre todo la manera de cómo se puede afrontar la sexualidad en el día a día, sobre todo para utilizar por esas personas que aspiran a niveles "superiores" tanto esotéricos como religiosos.