Todo arranca de la manera que tuvieron los egipcios de observar a estos insectos tan abundantes en aquellas tierras y de las conclusiones que obtuvieron de su comportamiento. Pensaron que el hecho de acarrear bolas de estiércol por el suelo estaba relacionado con la manera en que el dios-sol hacia rodar el sol de un lado a otro del firmamento. Como el sol otorgaba el calor y la vida, llegaron a la conclusión de que los escarabajos eran símbolos de generación. De esta manera empezaron a fabricar amuletos donde se reproducía la figura del escarabajo con el deseo de alcanzar la fuerza del dios de la creación. Pero no quedó aquí el examen que hicieron de la conducta del escarabajo. También se dieron cuenta de que estos insectos cavaban profundos agujeros en la tierra donde depositaban esas bolas de estiércol que transportaban. Pasado un tiempo descubrían que de esos agujeros salían nuevos escarabajos. Entonces pensaron que los escarabajos originales habían vuelto a nacer y les otorgaron el don de la inmortalidad. Así les asignaron a los escarabajos las propiedades simbólicas de la renovación y la resurrección eternas.
Fue un razonamiento que no se ajusta a la visión actual del mundo pues en realidad los escarabajos peloteros ponen sus huevos en las bolas de estiércol enterradas que posteriormente utilizan las crías para alimentarse. Los egipcios interpretaron este ciclo de la naturaleza según sus creencias y, dado que estaban obsesionados con la "otra vida", vieron en este ciclo un renacimiento. De esta manera el escarabajo pelotero se convirtió en un insecto dotado de dos de los más importantes atributos, el control del sol y la inmortalidad, transformándose en uno de los símbolos místicos más importantes de la historia. Y, por supuesto, pasó a ser un protector personal tan valioso que todo el antiguo Egipto se anegó de amuletos en los cuales el escarabajo pelotero era la figura más representativa. Así, empezaron a llevarlo tanto los vivos como los muertos. Los vivos para protegerse de la muerte, y los muertos como garantía de su vida después de la muerte.
Los fabricaban en todo tipo de materiales, desde las piedras duras hasta la blanda esteatita. Había amuletos hechos en madera, en barro, en loza vidriada en azul y verde imitando los colores metálicos de algunas especies de escarabajos, en oro, plata y bronce. Su emblema se grababa en monumentos o se pintaba en los sarcófagos tanto con las alas recogidas como extendidas. Se ofrecían como prendas de buena voluntad y amuletos de la buena suerte. En muchos de ellos se realizaban inscripciones o se grababan jeroglíficos.
Tuvo mucha importancia en las ceremonias funerarias. Cuando los egipcios procedían a momificar un cuerpo colocaban en el lugar que habían estado las vísceras, y concretamente el corazón, una imagen o símbolo del escarabajo para proteger sus espíritus, pues pensaban que las almas de los muertos eran supuestamente acosadas por innumerables peligros y esto facilitaría el tránsito en el "más allá". También se han encontrado en el pecho, muñecas y en los dedos de los cadáveres o simplemente en el puño cerrado de la mano.
Los etruscos y los romanos utilizaron también este tipo de amuletos y los de fabricación fenicia y púnica se difundieron por toda la cuenca mediterránea.
El escarabajo pelotero, representación de la vida, adorado y venerado por los antiguos egipcios era utilizado como amuleto para dar vitalidad y fortaleza a los vivos, para protegerse de las enfermedades, de los peligros, de los conjuros y de las maldiciones de los enemigos. Se usaban y regalaban como objetos que otorgaban buena suerte o que ayudaban a que se cumplieran los buenos deseos. Y cuando las personas morían les facilitaba el tránsito a la otra vida. Todavía en nuestros días el símbolo del escarabajo conserva un gran valor. Actualmente es muy popular como amuleto de la suerte, además de utilizarse como símbolo de vida eterna y como protección contra el mal