PAUTAS PARA EL DÍA A DÍA
Intentar complementar los ingresos: en la medida de las posibilidades de cada uno , no te vendrá mal buscar maneras de obtener algunos ingresos extra, ya sea para poder llegar a fin de mes o para ahorrar un poco por si vienen mal dadas. Un ejemplo puede ser Internet que es un mundo de iniciativas que sólo requiere tiempo y que te puede ayudar.Reforzar la red de contactos: actualiza la información de tus contactos y trata de mantenerte cerca de ellos. Recupera a personas con las que llevas tiempo sin tratar y localiza a otras que puedan resultar interesantes para el futuro.
Reducir todo lo posible tus gastos: aunque aún puedas hacer frente a tu "ritmo" de vida con tus ingresos actuales, es interesante empezar a apretarse el cinturón cuanto antes.
Revisar la situación financiera: en este punto hay múltiples posibilidades en función de la posición de cada cual, pero el criterio general sería eliminar deuda, diversificar los ahorros y mantener la máxima liquidez posible a ser posible en oro.
En tiempo de crisis mejor no hacer mudanza: no es buen momento para hacer grandes gastos o inversiones ni en vivienda, ni en coche o moto nueva, ni en cosas similares.
La mejor recomendación es hacer bien el análisis de riesgos y establecer escenarios peores de los que prevén y a partir de ahí tomar decisiones.
Aprovechar al máximo el coste de tu conexión a Internet: no es ninguna broma; hoy en Internet puedes leer la prensa, libros, escuchar música, ver películas, programas de TV y videos, contactar con quien quieras, colaborar en proyectos, desarrollar ideas, buscar trabajo, ofertas, inversiones, caminos alternativos contactos etc, y todo con un coste pequeño.
Evitar riesgos innecesarios: La actual crisis traerá momentos de inseguridad ciudadana y periodos de carencia, en los que salir al exterior (la calle será muy complicado) por lo que es necesario preparar nuestro hogar para la supervivencia en este sentido teniendo reservas de alimentos, seguridad en ventanas y sistemas alternativos de comunicación.
No olvidarse de quienes están peor que nosotros: en la actual crisis que es global y habrá millones o miles de millones de personas a las que les afectará de una manera mucho más dura que a ti. Seguramente pondrá en juego su propia subsistencia.
Dedicar una parte, aunque sea pequeña, de tus recursos (dinero, tiempo, bienes), para resolver parte de esas situaciones. No sólo es un requisito de solidaridad sino de justicia.
No amargarse la vida: aprender a vivir gastando menos no tiene que significar necesariamente vivir peor, porque hay otros valores que lo pueden suplir con creces. Nos hemos creído que si no nos vamos a más de 1.000 km de nuestra domicilio no tenemos vacaciones ni es divertido, que si llevamos la misma ropa del año pasado somos unos harapientos y que salir a la calle implica necesariamente ir a algún sitio a tomar algo, a comer, cenar, o comprar. Y no es en absoluto verdad.
Aprovechemos para reconducir nuestra vida hacia nuevos valores y nuevos estados interiores que nos ayudara a superar los momentos actuales y llegar al mundo postcrisis, que sin duda es un nuevo renacer.
La preparación al futuro no se quedará aquí, ya sabemos que hay otros factores de riesgos mas o menos inmediatos que también podrían afectarnos de una forma importante, pero ¿sabéis?.. “Hay que esperar lo mejor de la vida pero prepararse para lo peor”.