Esta carta es un símbolo de los movimientos cíclicos de los ritmos universales, el yan, lo positivo y el yin, lo negativo, en la alternancia de la vida. El simbolismo de la rueda imparable que gira en el universo unas veces hacia arriba, otras hacia abajo, es decir, el ascenso y la caída.
Cuando aparece al derecho, significa que el consultante tiene que aprovechar el momento si está arriba porque la situación puede cambiar rápidamente, porque los acontecimientos siguen un movimiento imparable. Si en la actualidad está abajo, se prepara una evolución. Es cuestión de estar alerta y buscar el momento.
En el plano profesional, es el momento de recoger los frutos del esfuerzo. Se prevén éxitos, ascenso, crecimiento en la empresa. Agudeza en los negocios
En el plano afectivo, supone, si el consultante no tiene pareja, que conocerá a alguien importante. Si la tiene se anuncia boda.
Como persona aparece un benefactor, alguien a quien se le llama y acude en su ayuda.
Si aparece invertida, avisa de que nada de lo que en la actualidad se tiene, en cualquier ámbito, es seguro ni definitivo. No se debe apegar a lo conseguido.
Profesionalmente, prudencia, acontecimientos externos pueden motivar algún fracaso.
Pérdida en el juego.
Como persona, aparece un individuo de temperamento inestable y deprimido.
En el plano afectivo esta carta prevé crisis de pareja.
El efecto de esta carta puede ir desde pocos días a cuatro meses.