Según el científico, los efectos de un fenómeno de esta envergadura podrían incluir extensos agujeros en la capa de ozono y masivos apagones. Además, diversas zonas del planeta quedarían inhabitables.
Esta teoría ha quedado reflejada en un estudio llevado a cabo por la investigadora Alanna Mitchell, divulgado por el diario británico Daily Mail, en el que se alerta sobre los peligros que entrañan las partículas solares y rayos ultravioletas B que se introducen en la Tierra a través de la dañada capa de ozono.
Además, se citan datos de los satélites que monitorean los cambios en el núcleo del planeta. Estas observaciones revelan que las capas profundas están segregando hierro fundido y níquel, lo cual indica que la inversión de los polos es inminente.
El científico espacial Jim Wild explica que si se produce un giro en los campos magnéticos de la Tierra, estos quedarían debilitados durante siglos y dejarían al planeta expuesto al sinfín de radiaciones dañinas que se producen en el espacio.
"Los escudos magnéticos nos protegen de fenómenos como el viento solar. Sin ellos seríamos completamente vulnerables", resalta..