A pesar de lo que se cree, respecto a que el mayor enemigo de los celtas fueron los católicos, es posible que no sea así ya que según el profesor Jean Markle, entre otros, "Cuando Roma extendió su imperio sobre todo el Mediterráneo y parte de Europa Occidental, se tuvo cuidado de eliminar todo lo que pudiese desafiar su organización sociocultural. Esto es evidente en los países celtas: los romanos persiguieron a los druidas hasta que desaparecieron de la Galia y, posteriormente, de Británica. Los druidas representaban una amenaza absoluta para el estado romano, porque su ciencia y filosofía contradecían peligrosamente la ortodoxia romana. Los romanos eran materialistas, los druidas espirituales.
Para los romanos, el estado era una estructura monolítica extendida sobre territorios deliberadamente organizados en una jerarquía.
Para los druidas era un orden moral libremente aceptado con una idea central completamente mítica. Los romanos basaban su ley en la propiedad privada de la tierra, con derechos de propiedad enteramente concentrados en el cabeza de familia, mientras que los druidas siempre consideraron la propiedad como algo colectivo.
Los romanos consideraban a las mujeres portadoras de nimios y objetos de placer, mientras que los druidas incluían a las mujeres en su vida política y religiosa. Podemos entender cuan seriamente se vio amenazado el orden romano por el subversivo pensamiento de los celtas, a pesar de que nunca se expreso abiertamente.
La facilidad de los romanos para libarse de las elites galas y britanas siempre se considera asombrosa, pero no se tiene en cuenta el hecho de que se trataba de una cuestión de vida o muerte para la sociedad romana."
Con la llegada del Cristianismo, los druidas comenzaron a fundirse con la nueva cultura, algunos se convirtieron, incluso, en sacerdotes de la nueva religión y continuaron existiendo como una clase intelectual de la misma manera, en gran parte, que sus antepasados habían hecho antes durante cientos de años.
Los druidas fueron tanto hombres como mujeres (druidas y druidesas).
LOS DRUIDAS según se cuenta fueron grandes videntes «versados en las artes de videncia y profecía» simplemente estaba afirmando la noción general de sus días. Según los griegos y los romanos, los druidas practicaban augurios, podían predecir el futuro e «interpretar la Naturaleza». También fueron astrónomos y astrólogos y estaban muy avanzados en estudios de astronomía y astrología diciéndose que los druidas tenían «mucho conocimiento sobre las estrellas y su movimiento, del tamaño del universo y de la tierra, y de filosofía natural».
También eran grandes Brujos o videntes; según su tradición, que han llegado hasta nosotros, eran poseedores de poderes sobrenaturales. Según diferentes libros San Patricio, se refiere a los druidas que se oponían a San Patricio en Tara como magi, mientras Adomnán llama claramente «mago» a Broichán, el druida de Bruide Mac Maelchon. Asi pues, hacia la época de la llegada del Cristianismo a Irlanda y Británica, los druidas eran identificados por la palabra magus.
Como nota para entender las raíces del esoterismo los magi fueron los la casta sacerdotal de la antigua Persia y sus sacerdotes magi (zoroastrismo) tenían un reputado poder sobre las fuerzas del mundo paralelo.